En el año 2014, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) ponía de manifiesto que la actividad humana es la causa principal del calentamiento global y que el cambio climático representa una amenaza inmediata y con efectos potencialmente irreversibles. El cambio climático es percibido hoy como el mayor reto de nuestra época, los efectos adversos que provoca está poniendo en riesgo el funcionamiento actual del planeta, y su impacto amenaza la supervivencia de muchas sociedades y sistemas biológicos.
Paralelamente, en 2010 la balanza de la población mundial se decantó definitivamente hacia el mundo urbanizado. El fenómeno de la urbanización acelerada, junto con el cambio climático, están poniendo a prueba la vulnerabilidad de las sociedad urbanas con riesgos económicos, ambientales, sociales, geopolíticos y tecnológicos. Además, las ciudades son las principales contribuyentes de las emisiones de CO2 - el 70% - y representan el 66% del total de energía utilizada y, por tanto, tienen una responsabilidad clara en la evolución del cambio climático.
Las ciudades deben hacer frente hoy a retos significativos: desde cambios graduales - aumento de la temperatura, pérdida de biodiversidad y aumento del nivel del mar - hasta eventos repentinos y extremos - tormentas e inundaciones -, especialmente en las regiones y áreas vulnerables como las ciudades situadas en zonas costeras. Los cambios en la ocupación y el uso del suelo - como la expansión urbana y el sellado del suelo - aumentan los efectos de las inundaciones, los "heat island effects" y las olas de calor.
El cambio climático genera también una pérdida de oportunidades económicas, por el impacto que tiene en el rendimiento de sistemas naturales, esenciales en muchas sociedades, tales como, entre otros, la agricultura, la silvicultura, la pesca, el turismo, el suministro de agua potable, etc.
La Unión Europea estima que la exposición humana a la contaminación atmosférica provoca unas 350.000 muertes prematuras cada año, el 90% de los habitantes de las ciudades europeas están expuestos a concentraciones que superan el nivel recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) , lo que conlleva serios problemas de salud - trastornos respiratorios, asma y afectaciones pulmonar, etc.
Pero, paradójicamente, las áreas urbanas no son en sí mismas el foco del problema. Las emisiones de CO2, pueden disminuir significativamente - per cápita -a medida que se densifican las zonas urbanas, sobre todo si estas cuentan con un modelo urbano basado en edificios bien diseñados y espacios públicos bien planificados, y por tanto la ciudad puede convertirse en un entorno atractivo , seguro, tranquilo, limpio, energéticamente eficiente y con un entorno duradero.
En Cataluña las emisiones de gases de efecto invernadero han aumentado un 9,2% entre 1990 y 2013. Desde 1950, cada década ha aumentado de 0,23 grados la temperatura del aire y han disminuido 1,2% las precipitaciones. Todos los escenarios climáticos apuntan a un aumento de las temperaturas extremas, olas de calor, noches tropicales e incremento de la duración de las rachas secas. A la vez que hay evidencia de un aumento de la torrencialidad y de la frecuencia de los días con lluvias muy intensas.
Abordar, pues, los retos del cambio climático requiere una aproximación omnicomprensiva y pide una reflexión global, para analizar su alcance y dibujar nuevos caminos de entendimiento en el espacio local en los que será imprescindible la cooperación más amplia posible de todos los actores y una respuesta global efectiva y apropiada. Sólo una rápida y ambiciosa reacción producirá resultados a largo plazo y reducirá los costes de las medidas de mitigación y adaptación, por lo que será imprescindible una mayor cooperación a nivel internacional, pero también en el ámbito nacional, regional y local
Desde esta perspectiva, la Fundación Cataluña Europa se propone abrir un debate con los expertos internacionales más relevantes, compartir conocimiento y experiencias con el entorno académico que está trabajando en el ámbito del cambio climático tratando de identificar propuestas y soluciones y con el resto de ciudades, para finalmente, consensuar líneas de actuación y propuestas con el ámbito político, económico y social.
Se han celebrado 11 conferencias del ciclo "Hagamos frente al cambio climático" con la participación de reconocidos expertos a nivel internacional: Peter Newman, Kevin Winter, Koen de Ridder, Alistair Woodward, John Roemer, Rob Hopkins y Ana Huertas, Sladjana Mijatovic, Stephen Nolan, Kirsten Dunlop, Diana Reck y Barbara Maher. Cada conferencia ha ido acompañada de un posterior seminario con académicos y un encuentro con líderes empresariales con el fin de explorar los límites del consenso. Al final del ciclo se celebraron unas jornadas con académicos de diferentes ámbitos para debatir sobre estrategias para hacer frente al cambio climático.
Al final del ciclo, se ha publicado el documento "Propuestas para una transición socioeconómica sostenible y resiliente" Puede adherirse a ella aquí.